jueves, 16 de octubre de 2008

Aceite rosa de los AndeS

Por su elevado tenor de ácidos linoleico y linolénico y su exclusiva obtención a bajas temperaturas (siempre menor a 45ºC), este aceite provee a la piel de los ácidos grasos en la misma forma química que existen en la epidermis: los obtenidos con extracción por solventes o por prensado, someten al aceite a temperaturas muy altas (mayores de 85º-100ºC), hecho que retuerce al ácido graso, con lo que su absorción a través de la piel es más lenta, y su efecto regenerador no es tan efectivo. Rosa de los Andes se absorbe y humecta la piel instantáneamente.

Sus beneficiosas acciones son producto de su alto contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados: Linoleico 44-49% y linolénico 28-34%. Estos ácidos son sustancias nobles, indispensables para zonas donde existen altos índices de proliferación de células nuevas, como es el rostro.

Contiene tretinoína natural, un derivado de la vitamina A, que aún en pequeñas cantidades se ha probado como muy eficaz para retrasar los efectos del envejecimiento de la piel.